El agua que recibimos en nuestras ciudades tiene su origen en las sierras. De estas cuencas altas, el agua escurre en ríos, o se infiltra en el subsuelo hacía los manantiales y mantos freáticos, donde la sacamos para uso en las ciudades.
El agua que cae en las sierras es agua de lluvia, el resultado de la condensación de las nubes. En otras palabras, es agua destilada sin minerales y sin microbios. Al entrar en contacto con el suelo y subsuelo se va cargando de minerales, los contenidos en las rocas, como son el calcio, magnesio, potasio, sulfato, entre otros muchos. Estos minerales son indispensables para nuestra salud, en particular nuestros huesos, sistema imunológico, funciones neuronales y enzimáticas.
También se van agregando otros minerales de tipo metales, los que están naturalmente presentes en las capas geológicas, como el hierro, aluminio, cobre, manganeso, cinc y otros que pertenecen a la categoría de metales pesados como el arsénico, mercurio, plomo. Ciertos metales son beneficiosos para nuestro cuerpo, otros son dañinos. Dar clic aquí para ver la tabla de metales en nuestra página de salud.
El agua se carga también de materia orgánica (sedimento, tierra) que se traduce en un cierto grado de turbiedad. Interesantemente, entre menos vegetación, más turbia se vuelve el agua. Los árboles, plantas, pasto y las raíces ayudan a retener el suelo. Las hojas forman una esponja que filtra el agua. Cuando no hay árboles, las gotas de agua de lluvia caen al suelo desnudo y desprenden partículas de tierra que empieza a fluir junto con el agua hasta que quede ¨chocolatosa¨ como la de la comunidad raramuri en la foto abajo. Ese proceso se llama ¨erosión¨.
En su camino, el agua encuentra microorganismos capaces de vivir en ella como bacterias, parásitos y virus. Algunos de estos microbios son ¨patógenos¨, es decir causan enfermedades a las personas. Los microorganismos más peligrosos tienen que ver con la contaminación fecal, cuando el agua pasa en contacto con excremento humano (letrinas, drenaje, basura) o animal (ganado, pájaros, y todo tipo de animales). Las principales enfermedades causadas por estos microorganismos están explicadas en microorganismos y salud.
Las fuentes de agua de las comunidades rurales tienen, por lo regular, dos tipos de contaminación preponderante: turbiedad y contaminación microbiológica porque son fuentes a cielo abierto, donde toman los animales o cercanas a las letrinas de las casas.
En torno, el agua de las ciudades tiene diferentes contaminantes como el cloro que agrega los organismos municipales encargados de la distribución del agua potable, o, dependiendo del cuidado en cada edificio, el agua en los hogares urbanos puede tener contaminación bacteriana por el almacenamiento en tinacos.
Por lo anterior expuesto, Grupo EOZ nos enfocamos a diseñar filtros purificadores de agua adaptados a las necesidades tanto de las comunidades rurales (filtros que eliminan 100% de turbiedad, bacterias y parásitos) como de las zonas urbanas (filtros que eliminan cloro, metales pesados y también el 100% de turbiedad, bacterias y parásitos). Visita la página Productos para conocer nuestros filtros.